Frenos electromagnético de partículas.
Estos frenos pueden considerarse electromagnéticos en todo su funcionamiento. Son únicos en su diseño debido a la amplia gama de par de operación
disponible. Igual que el freno electro-mecánico, el apriete es casi
lineal, sin embargo, en un freno de partículas magnéticas, el par puede ser
controlado con mucha precisión. Esto hace que estas unidades sean ideales para
aplicaciones de control de tensión, como el arrollamiento de alambre, hojas,
películas, y el control de tensión de la cinta. Debido a su rápida respuesta,
también se pueden utilizar en aplicaciones de alta del ciclo, tales como
lectores de tarjetas magnéticas, máquinas de clasificación y equipos de
etiquetado.
Las partículas magnéticas se encuentran en la cavidad de
polvo. Cuando la electricidad se aplica a la bobina, el flujo magnético
resultante intenta obligar a las partículas entre sí, casi como un lodo de
partículas magnéticas. A medida que aumenta la corriente eléctrica, la unión de
las partículas se hace más fuerte. El freno del rotor pasa a través de estas
partículas enlazadas. La salida de la carcasa está unida rígidamente a una
parte de la máquina. Como las partículas comienzan a unirse, se crea una
fuerza de resistencia en el rotor, la desaceleración, y eventualmente detienen o frenan el eje de salida.
Ilustración del principio de funcionamiento del freno de partículas
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