En el último artículo del año pasado (que vendría a ser el primero de esta secuencia) se citó uno de los libros de Herón: “Belopoeica”, donde se describía el funcionamiento de dispositivos para uso militar (la artillería); también se indicó que los manuscritos originales se habían “extraviado” durante la edad media, no obstante un buen número de máquinas de guerra (llámense catapultas, onagros, mangoneles, escorpiones, balistas, etc.) eran muy conocidos y empleados a esas alturas por diferentes pueblos en oriente y occidente. Brevemente se describirán los dispositivos indicados.
El Cheiroballistra (llamado Manuballista por los romanos), un dispositivo que lanza flechas sobre una gran distancia. Algunos dicen que en realidad fue descrito alrededor del 100 dC (después de Herón).
Su inventor, Apolodoro de Damasco, trabajó para el ejército romano. En este motor en particular, los resortes se estiran en dos carcasas metálicas separadas. Un perno de metal se adjuntó la parte superior de cada uno de los bastidores de campo, para mantenerlos juntos. Otro montante estaba unido a la parte inferior de los bastidores de campo y la base del motor, para tener los topes de resorte en su lugar. La Cheiroballistra de Herón representa el más avanzado motor de torsión de dos brazos utilizado por el ejército romano.
El Onagro o Burro Salvaje (significado de la palabra) fue una de las máquinas o armas de sitio utilizadas por el imperio Romano desde tiempos remotos. Se menciona desde el año 200 antes de nuestra era, pero se utilizó masivamente hasta el año 350 d. de C. Esta catapulta desciende de un tipo de catapulta griega, que fue perfecionada por los romanos. El Onagro se utilizaba no solo en zonas de sitio; sino también, en batallas navales, sobre las cubiertas de las Longas (naves de guerra romanas).La fuerza de empuje es proporcionada por la torsión de las cuerdas hechas originalmente de tendones y crin de caballos, no descartando la utilización de cabello de mujer, que daban al Onagro una fuerza explosiva como la patada de un burro salvaje; de ahí su nombre. La versión Medieval de esta Catapulta se le llamó Mangonel. Existieron diversas variantes del onagro, desde pequeñas catapultas que podían ser movidas por 4 hombres hasta enormes monstruos, capaces de lanzar grandes rocas a más de 250 mts. Las variantes en sus formas estuvieron también a la orden del día, y dependían tanto del conocimiento de los artesanos e ingenieros, hasta de los materiales utilizados y de las necesidades y circunstancias del momento. Algunas variantes del Onagro tenían una cuchara en lugar de honda y podían lanzar bolas de fuego contra los enemigos o las fortificaciones. Otras las equipaban con ruedas para poder moverlas y hacerlas más versátiles.
El
mangonel es, como se indicó, el desendiente directo del Onagro , la versión Medieval de éste se le llamó Mangonel (según algunas fuentes). Nombre que comparte con otra maquina de asedio parecido al Trabuquete. La fuerza de empuje es proporcionada por la torsión de cuerdas roscadas, (originalmente hechas de tendones y crin de caballo en la época de los romanos). Igual que en el caso del Onagro, existieron diversas variantes y dependían tanto del conocimiento de los artesanos e ingenieros, hasta de los materiales utilizados y de las necesidades y circunstancias del momento.
El trabuquete, la catapulta más avanzada.
Si bien las armas afines a las catapultas evolucionaron mucho en Occidente desde la antigüedad, hasta bien entrada la Edad Media, ello no fue posible sin la influencia de la técnica también conocida en los pueblos de Oriente como China, donde ya se conocía la "catapulta de tracción" llamada Hsuang Feng:
Pero de todas las armas de la antigüedad que más me impresionan, y cuya constitución es hasta la fecha ignorada, es la conocida como el fuego griego que WIKIPEDIA describe como "un arma incendiaria utilizada por el Imperio bizantino creada en el siglo VI, aunque su mayor uso y difusión se daría tras las primeras cruzadas (S.XIII). Los bizantinos la utilizaban con frecuencia en batallas navales ya que era sumamente eficaz al continuar ardiendo incluso después de haber caído al agua...Sus ingredientes son motivo de gran debate. Se han propuesto algunos de los siguientes ingredientes nafta, cal viva, azufre, y nitrato. Lo que distinguió a los bizantinos en el uso de mezclas incendiarias fue la utilización de sifones presurizados para lanzar el líquido al enemigo."
Ataque naval bizantino con el "fuego griego"