Este es un espacio dedicado a temas tecnológicos de actualidad e interés general, haciendo énfasis en la mecánica y la electrónica industrial.

domingo, 28 de febrero de 2016

CUANDO EL INGENIO Y LA TECNOLOGÍA ESTÁN AL SERVICIO DE QUIENES HACEN TRAMPA

De todas las noticias interesantes de este mes que ya termina, la que más llamó mi atención ha sido el descubrimiento de la prensa italiana sobre cómo es que un ciclista "novato" puede convertirse en profesional con ayuda de la tecnología, y sobre todo, con el ingenio humano: Nada más y nada menos que acelerar a la bicicleta con la ayuda "extra" de un motor disimulado en la rueda trasera.

Según el diario italiano La Gazzetta dello Sport (quien divulgó el tema de marras), este motorcito, un cilindro plástico y silencioso que se introduce en el tubo vertical y se engrana mediante dientes cónicos en el eje del pedal, genera entre 50 y 500 watts, pesa poco más de medio kilo y sus baterías duran entre media hora y dos horas, según la potencia que se le exija. Se activa con un mando a distancia vía Bluetooth o desde el cardiofrecuencímetro del corredor y cuesta unos 20000 euros, bicicleta incluida.

 
La rueda posterior funciona como un generador de inducción electromagnética (solo la rueda cuesta 200 euros) y genera menos potencia (entre 20 y 60 watts). Para los ciclistas, 60 watts suponen el 15% de la potencia que ellos mismos, sus piernas y sus músculos, son capaces de generar. Este generador produce la energía eléctrica que es almacenada en una batería, la cual a su vez acciona el motor mencionado. Todo ello se encontraría, naturalmente, disimulado en la bicicleta.
 
 
 Un periodista e ingeniero de origen británico, en la revista especializada CyclingTips  ha cuestionado la existencia de este dispositivo argumentando el alto costo y complejidad técnica que demandaría llevar a la práctica un sistema que sólo en teoría puede funcionar de maravillas.  El óptimo funcionamiento, según la declaración del periodista, dependería de electroimanes colocados a intervalos regulares como se indica en la foto de arriba. Estos electroimanes convertirían a la rueda posterior en una suerte de "motor de reluctancia" o "motor de levitación magnética".
La infografía de arriba, si somos observadores, por ejemplo, no nos hace alusión a la posición de la batería del motor, cosa que sí es visible en el esquema inferior.
 
Sea real o no, este dispositivo brindaría una "ayudadita extra" para quien busque convertirse en campeón, sin riesgo alguno para su salud.